- Diariamente 150 mujeres son lesionadas
Elda Montiel
SemMéxico, Ciudad de México, 21 de noviembre, 2023.- Para que las mujeres que sufren de violencia extrema puedan solicitar un permiso hasta por tres meses con goce de sueldo, y que sea una obligación de los patrones, la diputada priista Paloma Sánchez Ramos presentó una iniciativa que adiciona las leyes federales del Trabajo y de los Trabajadores al Servicio del Estado.
Actualmente, la legislación no contempla que ir a un refugio sea una causa de licencia para el trabajo. “En este momento, las mexicanas que son víctimas de violencia extrema no tienen derecho a ausentarse con goce de sueldo mientras reciben el tratamiento físico y psicológico apropiado y necesario”, señaló la legisladora en su iniciativa.
Cada día más de 150 mujeres en México son víctimas de lesiones o maltratos. Asimismo, a diario los servicios de emergencia reciben casi mil llamadas de ayuda por alguna forma de violencia y “ninguna de ellas puede, en este momento, pedir en su trabajo que le permitan ausentarse para salir de su entorno de violencia”, argumentó la legisladora.
De acuerdo a las estadísticas oficiales sobre las Relaciones en los Hogares la violencia familiar ha aumentado casi 30 por ciento durante este sexenio. El entorno de riesgo normalizado para una mujer y sus hijos está completamente normalizado, por lo que sólo el 7 por ciento de las víctimas se atreve a denunciar.
La iniciativa con proyecto de decreto por el que se adicionan la fracción XXXIV del artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo y un párrafo segundo al artículo 28 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, Reglamentaria del Apartado B del Artículo 123 Constitucional, en materia de permisos y licencias a fin de asistir a refugios especializados para mujeres víctimas de violencia extrema, fue turnada a las comisiones de Trabajo y Previsión Social, y de Igualdad de Género.
Detalla que el periodo en lograr un trabajo funcional para la recuperación de una víctima es de tres meses de contacto cero con el exterior. Esto permite crear un entorno adecuado para cambiar la perspectiva de la víctima sobre su vida, la de sus hijos y sus relaciones en torno a la violencia.
“De ahí que, por ejemplo, sin un permiso directo del patrón, cualquier trabajadora se vería imposibilitada de ausentarse por tres meses sin ser despedida”, indica.
El documento explica que los refugios o centros de justicia que funcionan como espacios temporales ofrecen servicios de protección, alojamiento y atención con perspectiva de género a mujeres, sus hijas e hijos que viven violencia extrema, a fin de que recuperen su autonomía y alcanzar un plan de vida libre de violencia.
Dichos refugios, agrega, en su mayoría son operados por organizaciones de la sociedad civil, que reciben recursos del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva. Actualmente, con excepción de Baja California Sur, Colima, Tabasco, Tamaulipas, Sonora y Zacatecas, las demás entidades federativas cuentan con al menos un refugio.
Subraya que, gracias a estos espacios temporales, las mujeres cuentan con una herramienta que les ayuda a encontrar protección, seguridad, hospedaje, alimentación, vestido, calzado, servicios de enfermería, asesoría jurídica y atención psicológica, así como programas que les permiten reeducarse y capacitarse para adquirir habilidades y conocimientos para una nueva vida libre de violencia.
Mencionó la experiencia de una trabajadora de la Cámara de Diputados, que logró ingresar a un refugio en el año 2018. Gracias al permiso del área administrativa del Grupo Parlamentario del PRI, pudo estar durante tres meses en un proceso de recuperación física, emocional, psicológica y de seguimiento al proceso de la denuncia de guarda y custodia de sus tres menores hijos, después de haber sido golpeada brutalmente por el padre de sus hijos en su propio hogar.
Sin ese permiso, ella hubiera perdido su trabajo y su estabilidad económica; conservar su empleo le permitió contar con recursos económicos y empoderarse debido a que estaba tranquila y segura, de que al salir no se enfrentaría a un problema de desempleo, esto también le permitió concentrarse en su recuperación, logrando con ello, enfocarse en nuevos objetivos y metas, para esa nueva vida lejos de su agresor.
Por ello, destaca la importancia de reformar dichas normas legales, a fin de que mujeres cuenten con mayores herramientas que les ayude a salvar su vida y a salir del círculo de la violencia.