Elda Montiel
SemMéxico. Nueva York. 25 de abril 2019.- Desarrollar acciones de protección a la partería desde los organismos de Derechos Humanos y que se hagan recomendaciones a partir de considerar su prohibición, como una violación a los derechos humanos, fue la demanda de los países participantes como Canadá, Kenia y México en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas (UNPFII) que realiza su 18° Período de Sesiones en Nueva York.
Así como que se aplique la recomendación 50 del 17 periodo del Foro Permanente que señala que los estados deben fomentar la educación de las nuevas parteras tradicionales indígenas, así como asegurar el apoyo y recursos del Estado y del Sistema de Naciones Unidas.
En el caso de México con una población total de 120 millones de personas, sólo 15,700 personas indígenas se dedican a la partería tradicional, señaló Lina Rosa Berrio Palomo del Conacyt/Ciesas y Kinal Atzetik, como parte de la delegación mexicana del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Detalló que a pesar de que la partería es parte fundamental de los conocimiento y saberes de los pueblos indígenas, sus posibilidades de atención se han restringido de manera significativa, ya que de 43% de partos atendidos por parteras en México en 1987, pasamos a solo 1.9% en 2018.
Por lo que demandó que la política pública en salud reconozca la partería tradicional, elimine su criminalización y la prohibición de atención. Esto es otorgar certificados de nacimiento; no condicionar los apoyos de programas sociales y reconocer otras formas de certificación de los saberes de las parteras.
También señaló entre los obstáculos a la preservación de la partería tradicional está la imposición de los sistemas de educación formal que ha influido en el desconocimiento de las formas de transmisión propia del conocimiento indígena dando por resultado la pérdida de saberes.
Las mujeres acuden cada vez menos a las parteras tradicionales, y el sistema de salud las ha convertido sólo en informantes para saber que las mujeres están embarazadas y que las lleven al hospital a atenderse.
Además de la estrategia sistemática e intencionada por evitar la atención del parto por las parteras con prohibiciones de atención, abusos, amenazas, atropellos y uso instrumental de las parteras.
El despojo de su rol en la atención de partos, negación o dilación en la entrega de registros de nacimientos de los bebes que reciben, y el desprestigio de sus saberes en salud y su labor comunitaria. Así como las restricciones para el uso de plantas.
Así como el reconocimiento condicionado a la aceptación de las lógicas biomédicas (certificación y asistencia a cursos), y amenazas y condicionamientos mediante programas sociales a las mujeres que atienden sus partos con ellas.
El objetivo del evento paralelo sobre partería tradicional fue compartir las buenas prácticas en las Américas sobre transmisión de saberes entre parteras indígenas y otras estrategias organizativas en diferentes ámbitos, que ha contribuido a la preservación de éste conocimiento.
México participó con el tema “Conservando los saberes ancestrales de la partería tradicional indígena: buenas prácticas y desafíos para la implementación”.
Cabe destacar que el Foro Permanente fue establecido el 28 de julio del 2000 por la Resolución 2000/22, con el mandato de examinar las cuestiones indígenas relativas al desarrollo económico y social, la cultura, el medio ambiente, la educación, la salud y los derechos humanos.