Su exégeta dice que en toda su narrativa los protagonistas son hombres y lo compara con Gabriel García Márquez que nunca abandonó el periodismo
De memoria espectacular y un humor ácido e ingenioso se le conoce por su obsesión por el buen lenguaje
Sara Lovera
SemMéxico, Ciudad de México, 20 de abril, 2024.- David Martín del Campo se dedica a escribir. Es un novelista, cuentista, periodista prolífico, 50 textos publicados. Todo él proyecta una personalidad desparpajada, tiene la obsesión de perfeccionador del lenguaje. Su humor es especial, hay que tener cuidado en la conversación con él, porque, su pensamiento siempre corre a mil por hora. Tiene una memoria potente, a veces asombrosa. Publicó su primera novela a los 21 años. No ha parado.
Confiesa, sin saber que está confesando, que la herramienta, la exigencia, la oportunidad que tienen quienes se dedican al oficio periodístico, les permite construir sus historias de ficción fundadas en esa práctica de estar todo el tiempo frente a los hechos y a personajes reales, a seres comunes que transcurren en los escenarios de la vida cotidiana y que saltan sin propósito inmediato a la novela. El autor, entonces, acumula memoria que sale de pronto, cuando hay algo o alguien que le dispara, se diría, el genio.
Dice uno de sus exégetas, el también escritor Rodolfo Naró, que David Martín del Campo, a sus 72 años con cara de chamaco, es el escritor del siglo XX, quien como el sabueso excitado, como dice Elías Caneti, se come al mundo, y cumple con los requisitos de ser un escritor contemporáneo.
Aunque no me lo dijo así, ese es el método que use, pasa de la observación, a la narración, mediado de una excitación sistemática que necesita, como el periodista que es, recurrir a los hechos, a los personajes del día a día, a los que viven los efectos sociales y económicos, de país, una nación, o una circunstancia. Lo mismo un hombre que duerme en la calle, un trabajador, un valiente nadador o una estrella de cine.
El exégeta, serio, de pelo cano y una mano impedida por un golpe, afirma también que los protagonistas principales de las novelas de Martín del Campo, son siempre son hombres. Esos que abarcan todos los espacios, el centro, los que son por sí mismos, la historia de la historia, esos que como el ex presidente Adolfo López Mateos, tienen una larga historia desde su nacimiento; un joven rebelde que ha de sufrir tremendos dolores de cabeza: muere de un aneurisma cerebral. Tal vez por ello, vivió tan apasionadamente. De eso platicamos levemente, el miércoles en una conferencia de prensa donde se dio salida social a su novela, renombrada, Acapulco Blues de editorial Lectorum, en su clasificación Marea Alta, de 455 páginas, a las que le recortó 60, y que actualizó.
Todo este embrollo previo es por esta reedición de la original La Siete Heridas del Mar, ahora llamada Acapulco Blus, una novela que narra cómo Marco Antonio Camargo, tiene una vida marcada por 7 mujeres, empezando por su madre. Camargo nació en un tranvía. De ahí arranca esta historia, para dar lugar, desde la imaginación de Martín del Campo, a lo que era o podía ser es paraíso turístico, ahora transformado y herido por el huracán Otis.
En realidad el nombre, las circunstancias, el nombre del protagonista, no es más que un pretexto para que a lo largo de esas 455 páginas, Martín del Campo nos cuente, en trazos bien narrados los días gloriosos de Acapulco, ese de los años 50, que le dio esplendor a México.
Autor de una docena de cuentos para la niñez; cerca de 50 novelas que rescatan las historias de personajes de la historia nacional, sigue ejerciendo el periodismo. Trabajó, y conoció el oficio en Unomásuno, La Jornada, Reforma, colaborador de El Independiente que hoy publica en El Heraldo.
De su pluma destacan las novelas Dama de Noche (1989), Alas de ángel (1990), Las viudas de Blanco (1993), El año del fuego (1996), La niña Frida (2017) y Ahí bien el lobo (2023).
Con la primera versión de Las siete heridas del mar, David Martín del Campo ganó el Premio Mazatlán de Literatura, uno de los galardones más reconocidos que se otorgan a escritores y escritoras.
En la presentación social de Acapulco Blus Rodolfo Naró dijo que David Martín del Campo es el autor del siglo XX: “entre Alas del Ángel, Premio Internacional de Novela Diana 1990, que se ubica en la posrevolución, y El último gladiador, una novela situada en la última noche de 1999, se enmarca un siglo, el siglo XX”.
“Es ahí donde se desarrolla toda la narrativa de uno de los escritores más prolíficos e imaginativos que tenemos. Como dijo Vicente Leñero: ‘’David cuenta historias que se leen de un sopetón’.
Así se leen Dama de noche, llevada al cine, y es el cine otra de las pasiones del autor, eso sucedió en 1993; La niña Frida, Duerme conmigo: Mátalo; La inocencia de María, publicada en 2014, en la misma casa editorial que dirige Ramón Romo, un joven que todavía cree en el placer e importancia de leer.
Las novelas de David, están frecuentemente referidas a escenarios del mar. En Ahí viene el lobo hable de hombres de la política. Naró dijo que todas las novelas de David Martín del Campo “son protagonizadas por hombres aventureros, de copa fácil, ligados a la política, características del mexicano macho, prometedor, de esos que produce el patriarcado. Hombres libres, que deciden.
Narró Naró que la novela Acapulco blues o Las siete heridas del mar, en su edición de 2012 y con la que ganó el Premio Mazatlán, es la “ esta novela por la cual lo conocí. Ambos coincidimos ese mismo año en Ediciones B, David con sus Siete heridas y yo con Cállate niña. Ese año o el siguiente viajamos a la Feria del Libro de Los Ángeles, cada uno con sus respectivas novelas”.
Y sigue: “Acapulco blues, como casi todas las novelas de David se centra en la vida de un personaje masculino, Antonio, Tony Camargo, hijo de un coronel que combatió a los cristeros y que nació el 23 de abril de1932, nació en un viaje en tranvía de su madre, Aurora Locarno, la primera de las siete heridas que, en capítulos extensos, David nos va narrando. Siete mujeres que de una u otra manera, inciden en la vida de Tony: Aurora, Cindy, Sasha, Karla, Melisa, Kalyani y Paulina.
“¿Cuál es el andamiaje en el que se asienta la novela de David? Ya mencioné dos el mar. Veracruz para ser específico, la política, que como dijera Octavio Paz, la política de hoy es la historia del mañana; la comunicación epistolar entre personajes -este es un recurso muy bien logrado por David ya que, de esa manera, el narrador omnisciente le cede la voz narrativa de sus personajes. Así como el amor, los hombres en la vida de David siempre están buscando el amor. La cuarta pata que sostiene su narrativa es el periodismo, en las novelas de David, los personajes leen periódicos, se citan cabezas de noticias, así como las cartas; en sus libros se desarrollan crónicas periodísticas, porque no olvidemos que David es también periodista.
Naró explicó al escritor/periodista, y dijo, que, como García Márquez que, entre novela y novela, diez en total, desde 1948 hasta 2000, publicó cientos de artículos, David, escribe cada 15 días para un diario.
Este escritor ejerce narrativa de largo aliento, entre el cuento infantil y el periodismo. Sería bueno reunir sus colaboraciones en un tomo o varios, desde aquel lejano Unomásuno, donde se inició en 1977, me parece”. Finalmente, Naró asegura que las novelas de David Martín del Campo son como un pedazo de la historia de México “y personajes de a pie que viven los grandes acontecimientos del siglo XX, El siglo de David”.
Hablando con David, una puede morirse de risa. Me gusta su humor, en conversaciones entre amigos. Su memoria histórica, su demostración de la cantidad de libros que lee, no sé a qué hora, pero lee. Se ha dicho que “ me gusta por su cercanía con el mar. Su atmósfera marina es en sus descripciones geográficas (son) muy bien logradas. Es curioso que en un país con tantas playas haya tan pocos escritores dedicados a temas marinos, apenas unos cuantos, como Dámaso Murúa, Ramón Gudin, Luis Spota y David”-
El desparpajo con que hilvana palabras, borda frases y moldea una grácil prosa seduce a sus lectores. Sabe que la literatura consiste en contar, que detrás de cada cuento, cada novela, hay personajes, historias, mitos. En él se conjuga muy bien su oficio de novelista y cuentista con el de periodista. Sus historias parten de sus vivencias, de su curiosidad, de su preguntar por aquí, por allá, y de escucha permanente.
El Dato:
Nació el 21 de enero de 1952 en la Ciudad de México.
Entre sus obras notable se cuentan: Isla de lobos; Alas del ángel; El hombre de Iztac; El año del fuego
Esta obra Acapulco Blues ganó el Premio Mazatlán de Literatura cuando se llamó Las siete heridas del mar, seleccionada entre los libros publicados en México en el 2012.
La novela se desarrolla en la época de oro de Acapulco en el legendario Hotel Flamingos, y por el desfilan las luminarias de Hollywood, los políticos y la gente común que fueron protagonistas de muchas historias.
Martín del Campo ha ganado varios reconocimientos como el Premio Nacional de Novela José Rubén Romero en 1986 por Isla de lobos; el Premio Internacional de Novela Diana/Novedades en 1990 por Alas del ángel; el Premio Nacional de Cuento Infantil Juan de la Cabada en 1995 por El hombre del Iztac; el Premio Nacional de Literatura Monterrey-IMPAC en 1997 por El año del fuego; y
Además fue acreedor de la beca de narrativa del Instituto Nacional de Bellas Artes y el Fondo Nacional para Actividades Sociales en 1982 y del estímulo del Sistema Nacional de Creadoras de Arte 1994 y 1997.
