Citlalli Santoyo
SemMéxico, Guadalajara, Jalisco, 11 de marzo 2022.- El pasado 8 de marzo salieron a marchar miles de mujeres desde diversas latitudes de nuestro país para exigir, una vez más: respeto, vida y dignidad.
Sin embargo, a quien gobierna este país parece no quedarle claro, prueba de ello, es el decálogo improvisado que presentó López Obrador, – luego de que fuera cuestionado por una reportera -, en el cual señala que «es una cobardía agredir a las mujeres», lo cual nos demuestra que el presidente no tiene ni la más mínima comprensión del problema, o visión alguna que pueda dar un horizonte de certidumbre para resolverlo; y por supuesto tampoco se traduce en alguna política pública efectiva que garantice el acceso a la justicia a las 1,199 mujeres que hasta hoy han sido asesinadas en nuestro país durante el 2022, y mucho menos en acciones contundentes que prevengan que ninguna niña o mujer en México, vuelva a ser asesinada, violada, mutilada, y/o tirada como basura.
El presidente justamente solo atina a revelar simplezas en torno al tema, al hacer un llamado a «no rayar las paredes», ¿qué son las paredes y los monumentos históricos que todo mundo se desquicia ante la protesta feminista que las “vandaliza”?, porque sí, en estricto sentido es una forma de vandalización, sin embargo, cada dos horas y media una mujer es vandalizada en México; todos los días 9 mujeres son destruidas, asesinadas y los vándalos esos que desaparecen y matan a mujeres, o aquellos que les arrebataron la vida a Alondra, Brenda, Rosalía, Nayeli, Gaby, Carolina y a las 3752 mujeres de las cuales 1463 son menores de edad, continúan caminando por las calles con total impunidad.
Yo les invito a aquellas personas que piensan que no son formas de protesta a que tomen toda esa indignación que sienten por los edificios, las paredes y los monumentos, y la multiplique por 9 todos los días, y que ahora imaginen qué ese monumento grafiteado tiene nombre y que se llama Elsy, tiene 12 años y está asustada, y su cuerpo es encontrado días después de su desaparición con huellas de violencia sexual. Ahora imaginen que Elsy es su sobrina, su nieta, su hija, su ahijada, ¿ya se ve distinto o seguimos preocupados por los monumentos?
Es necesario entender que los monumentos reflejan acontecimientos históricos y lo que hoy refleja, por ejemplo, la glorieta de los niños héroes en Guadalajara con cientos de fotos de mujeres y hombres desaparecidos, es una actualización del momento en la historia que estamos viviendo, ojalá todas las mujeres en este país fuéramos una pared, a la que el gobierno protege, una pared para que todo mundo se indigne si nos pasa algo, y nos defienda y repare el mismo día para estar de nuevo presentes y sin rastro de heridas, las paredes y los monumentos al día siguiente regresan siempre, las mujeres y niñas asesinadas jamás.