En México no se atienden las necesidades de salud mental, por uso inadecuado de recursos, modelo institucional equivocado y donde son mujeres mayoría con trastornos mentales

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La salud mental en México, afecta al 30 por ciento de la población se dijo en un

Simposio con 4 mujeres expertas y un hombre

Profundo análisis en el contexto del aniversario 80 de El Colegio Nacional y dos días antes del Día de Acción por la Salud de las Mujeres

Libertad López

SemMéxico, Ciudad de México, 28 de mayo, 2023.-En el contexto del 80 aniversario de El Colegio Nacional,  en el histórico recinto que ha dado vida a la ciencia, la cultura y las artes, hubo esta semana un simposio sobre la Salud Mental, cerca de todos y todas,   ahí cuatro  expertas y un hombre, destacaron que en México, la salud mental no tiene un papel prioritario en el sistema de salud,  que hay que luchar para que se desarrolle  un programa de atención prioritaria, para así avanzar, porque 2 de cada tres mexicanos y mexicanas sufren de mala salud mental.

En una intensa discusión, llena de datos, propuestas y exposiciones profundas, quedó claro que las mujeres tienen las tasas más altas de trastornos mentales; que la pobreza, la violencia contra las mujeres, la violencia general, propicia que en el país una persona con estos males muera anticipadamente, hasta 20 años más joven que otras con diferentes enfermedades.

Y se dijo claro que no se están cumpliendo las necesidades con las personas que buscan servicios de salud mental. Que un uso inadecuado de los recursos humanos y de los materiales existentes y el modelo institucional no responde a las necesidades, y la atención se concentra en los temas mediáticos o de urgencias.

Ahí la psicóloga mexicana, integrante de grado en El Colegio Nacional, María Elena Medina-Mora Icaza sostuvo los trastornos mentales afectan al 30 por ciento de la población, donde las mujeres tienen las tasas más altas de esta enfermedad.

La integrante de El Colegio Nacional, dijo que las mujeres son frecuentemente víctimas de ciertas formas de violencia y sufren más por estrés post traumático; que los trastornos mentales representan el 18 por ciento de las enfermedades en México y la viven tres de cada 10 personas en México.

Atribuyó a la persistencia de estos trastornos, al hecho de que muchas personas piensan que pueden manejar la situación individualmente.

Lo dijo al coordinar e iniciar el simposio realizado como parte del Seminario de Estudios sobre la Globalidad UNAM-INPRFM.

Rebeca Robles García, habló de la necesidad de mayor y mejor investigación, y Claudia Iveth Astudillo García habló de la atención comunitaria para la salud mental, y destacó que todos los hospitales deberían tener camas de psiquiatría.

María Elena Medina-Mora Icaza, dijo en su ponencia titulada Atención a la salud mental, necesidades, barreras y recomendaciones para cerrar la brecha, y sostuvo que las enfermedades mentales, aumentan por determinantes sociales como la pobreza y la violencia, en las mujeres, por sus roles tradicionales, la desigualdad, la migración y, también la pobreza.

Todo ello impide a las personas aprovechar los programas de desarrollo social. Y puntualizó que “la personas con enfermedades mentales graves mueren de 15 a 20 años más jóvenes, tienen tasas más altas de desempleo y son más pobres que la población general”.

Las mujeres tienen tasas más altas de trastornos, pero menores índices de abuso y dependencia a sustancias. Pero cuando tienen estos trastornos, sufren más rechazo social y tienen mayores pérdidas sociales que los varones en su misma condición.

Sobre  las barreras que existen en la atención a la salud mental, en México, la psicóloga mexicana y colegiada expuso que entre el 26 y el 42 por ciento  de la población con trastornos de moderados a graves,  piensa que no necesita un tratamiento y el 94 por ciento   percibe barreras actitudinales, esto quiere decir “piensa que puede manejar la enfermedad sola o le da pena acudir a tratamiento”; se suma la deserción a los tratamientos, que ocurre en las dos primeras visitas médicas, además de no tener protección financiera,

Y para que la o el paciente piense en tratamiento útil requiere visitar ocho profesionales y muy pocas personas llegan a eso.  

La discusión, también coordinada por   Rebeca Robles García, del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM), se realizó hace dos días, en el contexto del aniversario 80 de El Colegio Nacional. Contó con la participación de los especialistas Claudia Iveth Astudillo García y Javier Amado Lerma, y con los comentarios de la investigadora Shoshana Berenzon.  

Claudia Iveth Astudillo García, investigadora en ciencias médicas de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del INPRFM, habló de los Modelos de atención comunitaria y salud mental pública, dijo que la salud comunitaria da prioridad al bienestar de una comunidad o población específica y busca una atención integral, este modelo es implementado e impulsado por la Organización Mundial de la Salud.  

Detalló que la base de una atención mental comunitaria se encuentra en lo que se denomina atención primaria en salud. Esto se refiere a “un enfoque que incluye a toda la sociedad y busca garantizar el mayor nivel posible de bienestar. Su distribución es equitativa mediante la atención centrada en las necesidades de la gente”. Se trata de un modelo que debe ser próximo en el entorno cotidiano de las personas.  

Explicó que el objetivo de la salud mental comunitaria es brindar atención donde la persona vive, trabaja o estudia. La idea es que existan camas de psiquiatría en diversos sitios como los hospitales generales y que el perfil profesional sea amplio. “Se tendría que atender dentro del hogar o del contexto familiar”. Aunque “vamos lentos en la implementación de esta salud”.

El papel de la investigación en la implementación de modelos de atención comunitaria 

Por su parte, Rebeca Robles García, investigadora y coordinadora del Centro de Investigación en Salud Mental Global del INPRFM, habló del papel de la investigación en el desarrollo de modelos de atención comunitaria. Enfatizó que la ciencia tiene un papel fundamental para lograr que estos saberes se transmitan y se traduzcan en el primer nivel de atención en salud.  

Explicó que para reducir la carga de los problemas de salud mental se necesitan tres elementos: el desarrollo de métodos de identificación temprana de trastornos mentales aplicables en contextos comunitarios para que puedan ser tratados; la generación de intervenciones efectivas para tratar estos padecimientos adaptados a escenarios de atención particulares; y la realización de métodos de evaluación y tratamiento basados en evidencia.  

La Organización Mundial de la Salud (OMS) propone que, para desarrollar métodos de identificación de padecimientos mentales, en escenarios de primer contacto, se necesita una clasificación sencilla de los trastornos mentales, con el objetivo de que especialistas puedan detectarlos, impulsar instrumentos de evaluación e iniciar un tratamiento oportuno, subrayó la experta. 

Dijo que los trastornos de mayor prevalencia en el primer nivel de atención son la depresión con forma mixta y el síndrome de estrés corporal, que casi siempre están vinculadas y se pueden nombrar. “Lo que tenemos que hacer es capacitar y dotar de herramientas de identificación y tratamiento al personal de los centros de salud”.  


Subrayó que se necesita más y mejor investigación local con esta perspectiva internacional. “Nuestra mejor investigación va a ser en la medida que podamos colaborar con personas expertas, con experiencia, para que las o los pacientes, familiares o comunidades, nos digan las necesidades que tienen y que participen en los proyectos desde su concepción hasta la aplicación de sus resultados”.  

El CESAMAC: modelo de atención comunitaria del Instituto Nacional de Psiquiatría 

Javier Amado Lerma, jefe del Centro de Salud Mental y Adicciones en la Comunidad del INPRFM, sostuvo que la salud mental es un bienestar general y es un derecho humano básico, “son los determinantes individuales, familiares, comunitarios y estructurales los que pueden proteger o socavar este bienestar”.  

Luego mostró cifras y dijo que, en México, tres de cada diez personas con padecimientos mentales tienen un trastorno moderado, lo que requiere un tratamiento multidisciplinario, farmacológico y no farmacológico; pero cuatro de cada diez tienen una enfermedad grave, lo que se puede considerar una urgencia psiquiátrica que se refiere a un segundo o tercer nivel de atención.  

“La población vive una brecha de tratamiento y brecha de atención, no se están cumpliendo las necesidades con las personas que buscan servicios de salud mental. Hay un uso inadecuado de los recursos humanos y de los materiales existentes y el modelo institucional no responde a todas las necesidades, la atención se concentra en los temas mediáticos o de urgencias”.

Y dijo que si a lo anterior se agrega la saturación de servicios y el aumento de padecimientos graves que implican un costo mayor, habrá un mayor riesgo de la salud física y mental del profesional de la salud.   

Respecto del Centro, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, centra su objetivo en cerrar la brecha de atención, con estrategias que implican un modelo colaborativo, un trabajo metacéntrico, el entrenamiento integral en comunidad y en la institución, así como impulsar de herramientas de tele salud.  

Para concluir Shoshana Berenzon, de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del INPRFM, comentó que “la salud mental, desgraciadamente, no tiene un papel prioritario en el sistema de salud, se tiene que luchar para que ésta sea un programa de atención prioritaria y así avanzar”. Expresó que se tiene que modificar el modelo de atención para evitar que los problemas se conviertan en graves y alcancen un tercer nivel de atención.  

“Se requiere un equilibrio entre lo que necesita la comunidad y los servicios a otorgar”, y también una cercanía de la atención de salud, con base en las necesidades reales. Además, “los profesionales de salud tenemos que ser sensibles para mejorar la relación médico-paciente y el lenguaje médico-paciente. El modelo ideal sería promover la salud mental, proteger, cuidar, atender a la población, trabajando todos de manera conjunta”, finalizó Berenzon.  

El simposio Salud mental cerca de todos, coordinado por la colegiada María Elena Medina-Mora y Rebeca Robles García, del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, se encuentra disponible en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx. 

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