*Feministas irrumpieron luego de emerger y desarrollarse en contextos sociales y políticos muy limitados para desenvolverse a través de la docencia
Cuenta esta historia Ana Lau Jaiven, la historiadora de las feministas en México
Ana María Lozada*
SemMéxico, Cd. de México, 5 de agosto, 2024.- La fundación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) propició la oportunidad para que las iniciativas de académicas feministas empezaran a impactar en las políticas universitarias de la recién fundada Unidad Xochimilco, afirmó la doctora e historiadora Ana Lau Jaiven, investigadora del Departamento de Política y Cultura de esta casa de estudios.
Al participar en el conversatorio La trayectoria de las mujeres en su paso por la UAM 1974-2024, como parte del Festival de Ciencias Sociales y Humanidades convocado por dicho plantel, abundó en la forma que irrumpieron las feministas luego de emerger y desarrollarse en contextos sociales y políticos muy limitados para desenvolverse a través de la docencia, señaló.
En ese contexto, la especialista visibilizó que desde su fundación se titulan más mujeres que hombres, “pero no conocemos del todo cómo se integran unos y otras al campo laboral”.
La coordinadora de la Maestría en Estudios de la Mujer recordó que en los años 40 del siglo XX empezaron a registrarse titulaciones permanentes de población femenina en diversas profesiones en las ciencias sociales y en la salud, pero la constitución de la UAM propició la oportunidad para que las iniciativas académicas feministas empezaran a impactar en las políticas universitarias, a pesar de que trastocaban la masculinidad de docentes y autoridades.
“Cobijadas por grupos feministas que se conformaron en México desde los años 70 del siglo pasado y amparadas en la reciente fundación de la Unidad Xochimilco, en noviembre de 1974 las profesoras feministas, que se habían incorporado a esta sede, se reconocieron entre ellas e integraron en 1982 el Programa de la Mujer, para investigar y estudiar cuestiones de trabajo y violencia que impactaban a ese sector”.

La pionera del Doctorado en Estudios Feministas citó las estrategias para movilizar recursos e integrar el área de investigación Mujer, identidad y poder, que en próximos días cumplirá su 40 aniversario, siendo uno de los semilleros que abrieron brecha en este campo de estudios e investigación en la capital.
Desde su inauguración en 1989, el área “congregó a una impresionante cantidad de alumnas ávidas de acercarse a la teoría feminista, primer curso de actualización en estudios de la mujer y del que debo apuntar fui egresada de la segunda generación entre 1990 y 1991”.
Más tarde, el posgrado del Departamento de Política y Cultura sería el primero en toda la República Mexicana que, aunque en 2012 se suprimió la especialización para quedar como maestría, hoy alcanza 13 generaciones y 26 años de vida con una aceptación muy elevada y un excelente colectivo de docentes, para incidir en el programa de Doctorado en Ciencias Sociales, integrado por varias líneas de investigación.
En 1995 fue incorporada la Línea Mujer y relaciones de género “para concentrarnos en la construcción y gestión del plan y programa del Doctorado en Estudios Feministas, segundo en esta materia en el país, aceptado en 2018 y con cuatro generaciones de egresados”.
La especialista en Historia del Feminismo Mexicano sostuvo que aun cuando esto demuestra la capacidad de avance e incidencia de la academia feminista en las políticas públicas de la Unidad, “no podemos dar cuentas exitosas en términos de prevención, atención y sanción de las múltiples violencias que vivimos las mujeres en el ámbito universitario”.
Sin embargo, “es innegable que el pensamiento feminista encarnado en estudiantas (sic) y docentes permeó entre sus congéneres y se tradujo en acciones políticas desde mediados del año 2000; las alumnas hartas de enfrentar violencia en las aulas iniciaron denuncias contra profesoras y profesores que habían violentado a algunas de ellas”.
*Reportera de la UAM