Manifiesto contra la guerra de feministas rusas

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Por Redacción AmecoPress

El feminismo como fuerza política no puede estar del lado de la guerra, especialmente de una guerra de ocupación

SemMéxico Madrid, 17 mar. 22. AmecoPress. – El 24 de febrero, alrededor de las 5:30 de la mañana, hora de Moscú, el presidente ruso Vladimir Putin anunció una “operación especial” en Ucrania para “desnazificarla” y “desmilitarizarla”. Esta operación llevaba mucho tiempo preparándose: las tropas rusas llevaban varios meses desplazándose a la frontera con Ucrania. Al mismo tiempo, los dirigentes de nuestro país negaron cualquier posibilidad de ataque. Como podemos ver ahora, esto era una mentira. Rusia declaró una nueva guerra a un país vecino al que no había dejado ningún derecho de autodeterminación ni ninguna esperanza de vida pacífica. No es la primera vez que lo declara: somos conscientes de que la guerra ha durado todos estos ocho años por iniciativa de la Federación Rusa y que la guerra en Donbás es una consecuencia de la anexión ilegítima de Crimea. Creemos que a Rusia y a su presidente no les importa ni les ha importado nunca el destino de la gente de Luhansk y Donetsk, y que el reconocimiento de las repúblicas después de ocho años solo era necesario para invadir Ucrania bajo la apariencia de objetivos de liberación.

El feminismo como fuerza política no puede estar del lado de la guerra, especialmente de una guerra de ocupación. El feminismo defiende el desarrollo de la sociedad, la ayuda a las personas vulnerables, la multiplicación de las oportunidades y las perspectivas, y que haya menos violencia en el entorno y que las personas convivan pacíficamente entre sí. La guerra es violencia, pobreza, migración forzada, vidas rotas, inseguridad y desaparición de perspectivas de futuro. Va en contra de toda la esencia del movimiento feminista. La guerra refuerza las desigualdades de género y puede hacer retroceder muchos años todos los logros en materia de derechos humanos.

La guerra no solo implica violencia física, sino también violencia sexual; la historia demuestra que en la guerra, el riesgo de violación de una mujer se multiplica por mucho. Por estas y muchas otras razones, las mujeres feministas de Rusia y quienes comparten los valores feministas deben adoptar una postura firme contra esta guerra que han desatado los dirigentes de nuestro país. La guerra actual, como demuestra el discurso de Putin, también se libra bajo la bandera de los “valores tradicionales” de la tecnología política, que Rusia ha decidido supuestamente misionar en el mundo mediante el uso de la violencia contra los que no están de acuerdo con ellos o tienen opiniones diferentes. En qué consisten estos “valores tradicionales” lo entiende bien cualquiera que sepa pensar críticamente: se basan, entre otras cosas, en la explotación de las mujeres y en la lucha contra aquellas cuyo estilo de vida, autodeterminación y actividades van más allá de una estrecha norma patriarcal. Justificar la ocupación de un Estado vecino por el deseo de llevar a él su norma distorsionada y su demagógica “liberación” es una razón más por la que las feministas de toda Rusia deberían resistirse a esta guerra con todas sus fuerzas.

Las feministas son hoy una de las pocas fuerzas políticas activas en Rusia. Las autoridades no nos han percibido como un movimiento político durante mucho tiempo, por lo que temporalmente nos hemos visto menos afectados por la represión que otros. Hay más de 45 grupos feministas activos en todo el país, desde Kaliningrado hasta Vladivostok. Hacemos un llamamiento a los grupos feministas y a las feministas a título individual para que se unan a la Resistencia Feminista contra la Guerra y unan sus fuerzas para luchar contra la guerra y el gobierno que la desencadenó. Somos muchas, y juntas podemos hacer mucho: durante los últimos 10 años el movimiento feminista ha acumulado una enorme fuerza mediática y cultural y ha llegado el momento de convertirla en una fuerza política. Somos la oposición a la guerra, al patriarcado, al autoritarismo y al militarismo. Somos el futuro y ganaremos.

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