La reforma aborda consecuencias de los ataques, como ceguera, cicatrices permanentes y repercusiones sociales.
En 2022 se registraron más de 100 casos, según la Fundación Carmen Sánchez
Sara Lovera *
SemMéxico, Oaxaca de Juárez, 29 de diciembre, 2023.- El Congreso de Oaxaca aprobó este 27 de diciembre una reforma que reconoce los ataques con ácido como forma de violencia física contra las mujeres.
Se modificó la fracción II del artículo 7 de la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Género y fue respaldada con 31 votos a favor.
“Quedó establecido en el marco jurídico que la violencia física contra las mujeres es cualquier acto que inflige daño no accidental, usando la fuerza física o algún tipo de arma, objeto, sustancia ácida (…) o cualquier otro agente químico que pueda provocar lesiones”, estableció el pleno de la LXV Legislatura del Congreso.
El Congreso detalló que los tipos de ácidos más usados para dicha práctica son el sulfúrico, el nítrico y el hidroclórico. Además, señaló que traen consigo consecuencias graves para las víctimas como la ceguera, cicatrices permanentes en el cuerpo y problemas sociales, psicológicos y económicos.
En un comunicado, el órgano explicó que los ataques con ácido ocurren mayormente cuando las mujeres tienen entre 20 y 30 años y en la mayoría de los casos los agresores son sus parejas o exparejas.
El Congreso definió el ataque como el lanzamiento intencional de ácido o sustancias corrosivas con el propósito de desfigurar, mutilar, torturar o asesinar a una mujer.
“Debido a este tipo de agresión contra las mujeres, el Congreso de Oaxaca reformó la ley a fin de que este tipo de violencia no quede impune“, indicó.
Los ácidos más comúnmente utilizados en estas agresiones son el sulfúrico, nítrico y clorhídrico, conocidos por provocar lesiones severas.
Las víctimas de dichos crímenes enfrentan un camino complicado hacia la recuperación, no solo físico sino también en términos económicos, psicológicos y sociales, ya que estas agresiones tienden a ser perpetradas por conocidos o parejas sentimentales.
Mural en donde se protesta por los ataques con ácido hacia mujeres. Foto: cortesía Fundación Carmen Sánchez MX
La legislatura de Oaxaca demuestra con esta decisión su compromiso con la protección de las mujeres y su bienestar, estableciendo un marco jurídico que no solo define y reconoce la gravedad de los ataques con sustancias corrosivas, sino que también sienta las bases para una mayor protección legal y medidas de prevención más efectivas contra este tipo de violencia.
En 2020, Oaxaca marcó un precedente al ser el pionero entre las entidades federativas de México en tipificar un delito específico para combatir la violencia ácida, conocido como Alteraciones a la Salud por Razón de Género. Para este delito, en Oaxaca la ley establece sanciones que van desde los 20 hasta los 40 años de cárcel para los responsables de tales actos.
Hasta ahora solamente en Oaxaca se sanciona la violencia ácida como delito autónomo. Mientras que seis entidades más la incluyen en su Código Penal como agravante del delito de lesiones, estas son: CDMX, Baja California Sur, San Luis Potosí, Aguascalientes, Hidalgo y el Estado de México.
En Oaxaca, desde hace 3 años fue la primera entidad en sancionar la violencia ácida por medio del delito Alteraciones a la Salud por Razón de Género, el cual comprende daños por medio del uso de un agente físico, químico o sustancia corrosiva.
En el artículo 412-A del Código Penal de Oaxaca, se considera que existen razones de género, cuando se presente indistintamente alguna de las siguientes circunstancias:
Que la alteración o daño haya sido cometida por desprecio u odio a la víctima motivado por discriminación o misoginia.
Que existan indicios o datos de violencia de cualquier tipo y ámbito en contra de la víctima por parte del sujeto activo, anterior o posterior a la conducta.
Que existan datos de acoso u hostigamiento sexual en contra de la víctima por parte del sujeto activo, anterior o posterior a la conducta.
Que la víctima haya sido incomunicada o privada de su libertad.
Además, se señala que se impondrá de 20 a treinta años de prisión y multa de quinientas a mil veces el valor diario de la unidad de medida y actualización, si entre el activo y la víctima exista o haya existido una relación de parentesco por consanguinidad, afinidad, civil, matrimonio, concubinato, noviazgo, relaciones de convivencia o una relación similar, laboral o docente.
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La pena prevista podrá incrementarse en dos tercios de la mínima a dos tercios de la máxima cuando:
La conducta del sujeto activo cause destrucción de cualquier función orgánica de la víctima.
Cuando la conducta del sujeto activo cause deformidad o daño permanente, pérdida parcial o total de la función anatómica de la víctima.
Cuando la conducta el sujeto activo cause deformidad incorregible en el rostro de la víctima.
Es así como la entidad tipificó el delito luego de la agresión perpetrada en 2019 en contra de María Elena Ríos Ortiz, saxofonista de entonces 26 años de edad.
Sin embargo, los Códigos Penales del resto de las entidades no están adecuados para clasificar y sancionar este tipo de violencia en específico, la cual, de acuerdo con la Fundación Carmen Sánchez, ha dejado muchas víctimas.
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Esta nueva reforma sigue a un registro de 20 casos reportados de ataques con ácido a mujeres en México hasta diciembre de 2020, siendo 2018 el año con el mayor número de agresiones, al registrarse siete y en 2019 ocurrieron tres actos de este tipo de violencia. En 2018, se registraron siete ataques.
La Fundación Carmen Sánchez, que comenzó en 2021 a exponer el problema de los ataques con ácido en México, dice que los datos de salud del gobierno de 2022 sugieren que más de 100 mujeres fueron atacadas con productos químicos o algún tipo de agente corrosivo.
La Fundación Carmen Sánchez, que comenzó en 2021 a exponer el problema de los ataques con ácido en México, dice que los datos de salud del gobierno de 2022 sugieren que más de 100 mujeres fueron atacadas. (Foto AP/Ginnette Riquelme)
La Ciudad de México y Puebla son las entidades con más incidentes reportados, sumando cinco casos cada uno; a estos les siguen el Estado de México con tres; Aguascalientes, dos; e Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca, Guanajuato, Querétaro y Yucatán, un caso en cada uno.
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*Con información del Congreso de Oaxaca y SemMéxico