Presentación en Mérida este 9 de febrero bajo el sello editorial de Unas Letras, en presencia de la protagonista
Comentan el libro Sara Lovera López y Eugenia Montalván Colón, con la autora, Judith Ortega Canto
Elda Montiel
SemMéxico, Ciudad de México, 4 de febrero, 2024.- Ruby Betancourt Moguel fue integrante fundamental del grupo de mujeres que participaron en la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, organizada por la ONU y celebrada en México, en 1975.
Su biografía revela, entre muchas otras cosas, cómo fue que en nuestro país inició un largo proceso de políticas públicas de los gobiernos para la igualdad entre hombres y mujeres, que como a ella, a muchas mexicanas le cambiaron la vida.
Su biografía, es un viaje a la trayectoria de una mujer que se rebela a los sometimientos de su género, se gana su lugar en los espacios públicos desde estudiar embarazada en la UNAM de los años 50 -disruptivo en aquellos tiempos-, convertirse en la primera mujer economista en Yucatán, con una trayectoria en la administración pública con verdadera vocación de servicio y apasionada de la justicia social, por lo que la recuerdan los pescadores.
Como dice la autora Judith Ortega Canto es “una trama individual que nos honra a las mujeres que transitamos con dificultad hoy todavía en el ámbito doméstico o profesional”, con las dobles y triples jornadas para cumplir con los roles de madre y esposa.
Le agregaríamos que enfrentó obstáculos que persisten en los espacios públicos para las mujeres que hoy ya tienen nombre como violencia política y violencia institucional.
En la semblanza se delinean los aspectos más sobresalientes relacionados con una mujer icónica que, con certeza, representa al grupo de mujeres insumisas de las que poco se habla. Mujeres que protagonizaron el comienzo del cambio desde las sociedad civil y los gobiernos.
En Mérida el próximo viernes
La presentación del libro “Ruby Betancourt Moguel: Arquetipo ante la injusticia y los Prejuicios” va a ser el 9 de febrero en Mérida, Yucatán en “efímero. Arte en Tránsito” con la presencia de la autora y comentarios de la directora de SemMéxico, Sara Lovera y la participación del grupo “Sazón de María”, organizada por la editora de Unas Letras Eugenia Montalván Colón.
Ruby Betancourt Moguel inició desde el puesto más sencillo en la Secretaría de Economía, todavía estudiante, paso a subjefa y jefa de Departamentos de Industrias Metálicas. Se casó a los 23 años y se embarazó, recuerda que la veían raro en la Universidad. Había poca información sobre reproducción y sexualidad. Su hijo Francisco “Paquito” nació en 1959. Su hija Rubí nació dos años después 1961, cuando ella tenía 26 años.
Trabajó con Jesús Reyes Heroles cuando era Subdirector Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social. Le traducía al español una variedad de materiales escritos originalmente en inglés y francés, y también sintetizaba los libros que le eran necesarios.
La trayectoria diplomática de Ruby inicia en 1974 cuando la ONU organizó los trabajos hacia la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer. Betancourt Moguel formó parte de la Delegación Mexicana como representante del Consejo Nacional de Población (CONAPO). La Conferencia fue presidida, por decisión del presidente Luis Echeverría Álvarez , por el entonces procurador de la república, Pedro Ojeda Paullada.
Colaboró con Gloria Brasdefer Hernández, Secretaria Técnica de la Conferencia y quien dirigió los trabajos de la declaración de México en esa Conferencia en 1975. La autora señala que aun cuando esta conferencia arrancó la política oficial de género, las propias participantes, oficiales y feministas, pudieron saber cómo la autonomía de las mujeres resultaba amenazante.
La autora considera que por esa razón, probablemente, de designó a un hombre “con autoridad”, como presidente de esta. Esa primera conferencia mundial -después habido 3 más-, arrancó desde los gobiernos el reconocimiento de la desigualdad y la discriminación contra las mujeres.
Consigna la autora, que el hecho de que un hombre fuera designado por Echeverría Álvarez desató el enojo de algunas mujeres ; las más indignadas, según los recuerdos de Ruby, fueron las representantes de Australia. Fue un honor para México ser el país sede de tan importante conferencia mundial, pero, según la autora de la semblanza, “nada disminuyó el error político de colocar a un hombre a la cabeza”. No obstante en Nueva York quien gestionó la Conferencia, fue María Lavalle Urbina, una de las dos primeras senadoras de la República.

Ruby Betancourt Moguel en 1995 fue delegada federal de Pesca en Yucatán nombrada por María de los Ángeles Moreno, Secretaria de Pesca.
Estuvo cinco años y le gusto proteger a los pescadores de ribera porque los delegados anteriores terminaron haciéndose cómplices de las causas de los empresarios abandonando a los hombres de mar. “Los pescadores aún me recuerdan”, dice Ruby.
Destaca la amistad con el doctor Francisco Luna Kan y con la doctora Dulce María Sauri Riancho, ambos exgobernadores de Yucatán.
Ruby Betancourt Moguel, la autora Judith Ortega Canto y la médica Sandra Peniche (1955-2022) formaron el grupo “Las Aluxas”, un grupo feminista que durante muchos años luchó por los derechos sexuales y reproductivos de las yucatecas.
Judith Canto Ortega rinde homenaje a la “feminista de izquierda, amante del conocimiento y la justicia, políglota, escritora perspicaz. Primera mujer economista en Yucatán. De enorme sensibilidad para establecer amistades, comprometida con educar y estimular el desarrollo humano de sus hijos; fuerte e inteligente en sus relaciones diplomáticas”.