Juan de las Pitas y hasta yo, a decidir sobre el NAICM
A partir del 1 de diciembre, cada muertito, a la cuenta de Amlo
Por Martha Elba Torres Martínez
SemMéxico. Michoacán. 26 de julio de 2018.- Noqueados priístas y frentistas por la derrota, y shockeadoso deslumbrados los opinólogos de este país por la “abrumadora” mayoría de Andrés Manuel López Obrador y su bolsa de 30 millones de votos, nadie se ocupa ni pregunta por los 59 millones de electores, que no sufragaron por él.
Lo noto de días acá, cada mañana con Ciro Gómez Leyva a quien le cuesta mucho trabajo entender los anuncios de Amlo como la figura de coordinadores estatales y recientemente, la consulta popular sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Pero invariablemente cierra machacando con los 30 millones de votos que le dan el poder absoluto y frente a ello, nada se puede hacer.
Bajo esa perspectiva, los restantes 59 millones que no sufragaron por él, por lo que sea y manden, valen chetos.
Quedaron borrados del Padrón de 89 millones de electores y solo cuentan los 30 del Peje.
En números cerrados y en tanto se califica la elección y se conocen las cifras definitivas, de esos 59 millones, 24 millones votaron por otros candidatos; el resto -35 millones-, se abstuvo, anuló la boleta, no pudo votar por falta de casillas extraordinarias; no tenía credencial, la perdió, no tramitó el reemplazo o no recogió la nueva, estaba enfermo o muerto.
Compartí esta semana su angustia, porque el destino de una obra de tal naturaleza y magnitud, que en manos de Juan de las pitas. ¿Qué sabemos el común de los mortales sobre la construcción de un aeropuerto, su ubicación, costos, tecnologías, etc.? En el mejor de los casos, nos chupamos el dedo índice para saber para dónde sopla el viento.
Pero para que la consulta ciudadana no nos agarre tan ignorantes, informes técnicos a partir del 15 de agosto al 15 de octubre, a través de los medios masivos de comunicación que quieran aportar sus tiempos a esta buena causa.
Ojalá no los pongan a la hora de la Rosa de Guadalupe o las interminables novelas turcas, como la pequeña Elif, que pasan años y años y no pasa de los cinco.
Desde las escalinatas de su casa de transición, el lunes 23, López Obrador dio a conocer que la consulta se estará realizando a finales de octubre “para que sean los mexicanos quienes decidan qué debemos hacer. No es cualquier programa, implica tomar decisiones que reclaman de miles de millones de pesos del presupuesto”.
Todavía no tenía quién la organizará; si el Instituto Nacional Electoral –a cuyos consejeros señaló de viles vengativos- o un organismo de la sociedad civil; “gente de inobjetable honestidad, demócratas, gente que quiere que haya participación ciudadana”, dijo.
Adelantó que la papeleta contendrá tres opciones: 1.- continuar con la construcción en el Lago de Texcoco, 2.- meterle las dos pistas a la base militar de Santa Lucía –que es su idea- y 3.- concesionarlo a la iniciativa privada.
Durante la conferencia, López Obrador detalló que este lunes sostuvo una reunión con su gabinete para analizar7 proyectos prioritarios durante su administración.
Entonces, no hay que quebrarse la cabeza: ya sabemos desde dónde se operará la consulta y cuál será el destino del NAICM. Los 30 millones de votos…
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Y a propósito de los coordinadores estatales, que aun cuando todavía no existen en la ley, nos recuerda que de nada sirve. Al dirigente estatal de Morena, Roberto Pantoja Azola, ya se le ve el tamaño y declara en esa calidad.
Esta semana, en rueda de prensa, anunció que López Obrador ya cuenta con una estrategia integral para atender las zonas conflictivas en Michoacán y que vendrá antes de concluir el año –diciembre, porque ese mes ya estará investido como Presidente-.
Dio a conocer que en el ínter, se realizarán foros temáticos dirigidos a los grupos vulnerables, como mujeres, jóvenes, campesinos y personas de la tercera edad, “porque sin la intervención de la gente, no podremos parar la violencia”.No mencionó a empresarios, clero, y como siempre, tampoco a periodistas aunque también como profesionistas, pueblo, contribuyentes, tenemos algo que aportar.
A lo que voy, es que a Pantoja Azola no le veo la espada desenvainada. Su discurso es mesurado y respetuoso ante la autoridad estatal. Y eso es bueno y malo. Una especie de tregua en tanto se concreta la ruta legislativa y entra en vigencia el cargo, junto con todos los cambios drásticos que Amlo impondrá en la Administración Pública Federal.
Pero la gran interrogante respecto a la eventual primera visita de López Obrador como Presidente de México a Michoacán, en diciembre, es si traerá la maleta con los mil 50 millones de pesos que le pidió el rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo para pagar aguinaldos y las quincenas que para ese mes ya traerá, como siempre, arrastrando.
Por lo pronto, ayer, un despacho de prensa informó de la reunión del gobernador Silvano Aureoles con el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya. Obviamente que el tema fueron los recursos para el cierre de año, y ya sin la carga de la UMSNH, pues Medardo Serna ya lo tramitó con el Presidente entrante.
Al final de cuentas el rector nicolaita le hizo un favor. Como la gran ayudadota que será el plan integral lópezobradoristapara Michoacán para acabar con la violencia y restaurar el tejido social. Sin quererlo lo ayuda.
Hay toda la intención en su estrategia de seguridad de regresarle al Poder Central el control de la lucha anticrimen, ya sea con la amnistía, los acuerdos de paz, a través de la Secretaría de Seguridad Pública federal. Como sea y con lo que sea, López Obrador marcará las pautas.
Pues grandísimo favor a los estados y municipios que si le han echado ganas, porque les retira un frente de golpeteo social terrible.
Ahí esta el caso de los acribillados en un velorio en Uruapan, anteayer. Una tragedia. Pero como siempre, le echaron la culpa al gobernador; que porque ahora anda sembrando canchas de basquetbol por todos lados para que los niños y jóvenes hagan deporte y se entretengan con las cascaritas. Pues hasta eso es malo.
Pero lo mejor, es que a partir del primero de diciembre próximo, cada muertito en el país irá a parar a la cuenta del presidente López Obrador…